La verdad de los mentirosos

(Juan 18.28-40)

28 De la casa de Caifás llevan a Jesús al pretorio. Era de madrugada. Ellos no entraron en el pretorio para no contaminarse y poder así comer la Pascua.

29 Salió entonces Pilato fuera hacia ellos y dijo: “¿Qué acusación traéis contra este hombre?”

30 Ellos le respondieron: “Si éste no fuera un malhechor, no te lo habríamos entregado.”

Jn 18.31 Pilato replicó: “Tomadle vosotros y juzgadle según vuestra Ley.” Los judíos replicaron: “Nosotros no podemos dar muerte a nadie.”

32 Así se cumpliría lo que había dicho Jesús cuando indicó de qué muerte iba a morir.

33 Entonces Pilato entró de nuevo al pretorio y llamó a Jesús y le dijo: “¿Eres tú el rey de los judíos?”

34 Respondió Jesús: “¿Dices eso por tu cuenta, o es que otros te lo han dicho de mí?”

35 Pilato respondió: “¿Es que yo soy judío? Tu pueblo y los sumos sacerdotes te han entregado a mí. ¿Qué has hecho?”

36 Respondió Jesús: “Mi Reino no es de este mundo. Si mi Reino fuese de este mundo, mi gente habría combatido para que no fuese entregado a los judíos; pero mi Reino no es de aquí.”

37 Entonces Pilato le dijo: “¿Luego tú eres rey?” Respondió Jesús: “Sí, como dices, soy rey. Yo para esto he nacido y para esto he venido al mundo: para dar testimonio de la verdad. Todo el que es de la verdad, escucha mi voz.”

38 Le dice Pilato: “¿Qué es la verdad?” Y, dicho esto, volvió a salir hacia los judíos y les dijo: “Yo no encuentro ningún delito en él.

39 Pero es costumbre entre vosotros que os ponga en libertad a uno por la Pascua. ¿Queréis, pues, que os ponga en libertad al rey de los judíos?”

40 Ellos volvieron a gritar diciendo: “¡A ése, no; a Barrabás!” Barrabás era un salteador.

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