La salud y la enfermedad

(Éxodo 15.26)  “Yo soy Jehová tu sanador”

(Salmo 32.1-5)

1 Bienaventurado aquel cuya transgresión ha sido perdonada,  y cubierto su pecado.

2  Bienaventurado el

hombre a quien Jehová

no culpa de iniquidad,

y en cuyo espíritu no hay

engaño.

3 Mientras callé, se envejecieron mis huesos en mi gemir todo el día.

4  Porque de día y de noche se agravó sobre mí tu mano; se volvió mi verdor en sequedades de verano…

5  Mi pecado te declaré, y no encubrí mi iniquidad. Dije: Confesaré mis transgresiones a Jehová; y tú perdonaste la maldad de mi pecado…

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